Pronunciamiento sobre el Día Internacional de la Mujer

A las mujeres y hombres de la Facultad de Ciencias Sociales y a la Comunidad en general

Hoy, 8 de marzo, se celebra el Día Internacional de la Mujer. Desde aquí, no queremos saludar a las mujeres por su día. No queremos ser parte de una idiosincrasia extendida que promueve saludar a la mujer una vez al año, mirarla y felicitarla por ser mujer, por ser diferente. No queremos decirles a las mujeres lo mucho que las queremos simplemente por ser mujeres, por ser de otro sexo. No pretendemos, mucho menos, sobrevalorar a la mujer, sino reflexionar sobre la situación real de la mujer en el contexto actual.

Podemos preguntarnos, como seguramente algunos y algunas lo hemos hecho, ¿por qué existe el Día Internacional de la Mujer? Más allá del aspecto material asociado actualmente a todas las celebraciones, creemos que la institución de una fecha como ésta es el reflejo de que siguen existiendo, y cada vez en formas más soterradas, discriminaciones de carácter histórico y socio-cultural. Las nuevas creaciones del machismo, individual y colectivo, organizadas tanto desde las esferas de poder como desde la interacción cotidiana entre hombres y mujeres intentan asignar a estas últimas un rol secundario en el desarrollo de las sociedades.

La primera tarea irrenunciable, como mujeres y hombres conscientes de nuestra realidad, es interiorizar y aceptar que en países como el nuestro la discriminación de género existe y es una realidad a la que nos enfrentamos día a día, en espacios tan disímiles como la política, la religión, el deporte, la economía, la historia, el arte. La segunda tarea es reflexionar sobre la importancia que han tenido las mujeres en la construcción de nuestras sociedades.

Recordemos, en el ámbito latinoamericano, el papel organizacional fundamental de las mujeres en las sociedades prehispánicas, su empeño libertador e independentista en épocas coloniales, sus aportes a la investigación científica en diversas áreas del conocimiento humano, sus nuevas formas de expresión a través de la creación literaria y artística, sus luchas por la liberación sexual, por la democracia real. Y recordemos, con indignación, como la historia oficial ha pasado inadvertido el rol fundamental de la mujer en la construcción del mundo.

Debemos, entonces, como mujeres, reconocernos como seres humanos con tantas virtudes y defectos como los hombres; debemos, como hombres, reconocer a las mujeres como seres humanos tan capaces como nosotros. Reivindicar el aporte de la mujer a la sociedad es una tarea que requiere más que un saludo, que si bien puede ser simbólico, no modifica los niveles de exclusión, marginación y violencia a los que se enfrentan las mujeres en estos tiempos. Ha llegado el momento de reconocernos como seres humanos iguales a pesar de nuestras diferencias. Por eso hoy no te saludamos, te invitamos a luchar por tu reivindicación histórica y por tus derechos. Por los derechos de cada uno de los individuos miembros de esta colectividad.

¡POR UN PAÍS PARA TODAS Y TODOS!

MESA DIRECTIVA DE LA FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES

DE LA PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL PERÚ